5.1. ¿Qué catástrofes naturales se producen?
-Las inundaciones son las catástrofes naturales más frecuentes, originadas generalmente por lluvias torrenciales o por deshielos.
-La sequía es un fenómeno circunstancial o esporádico que provoca un desastre.
Se expanden con mayor alcance y suelen durar más tiempo que los otros fenómenos naturales, por lo que el daño a largo plazo es mayor.
-Los tornados son tormentas que pueden alcanzan una velocidad de hasta 500 km/hora. Se desplazan sobre los continentes entre los 200 y 500 km de latitud en ambos hemisferios, formando una veloz corriente ascendente de aproximadamente 250 m de diámetro. Si se producen sobre las aguas marinas, se llaman trombas y representan un serio peligro para la navegación.
-Los huracanes son violentas perturbaciones que se producen en la troposfera. Se originan por una baja presión atmosférica y giran en forma de espiral alrededor de su centro (ojo del huracán). Son acompañados de fortísimos vientos de hasta 300 km/h, impresionantes trombas de agua (hasta 2.000 litros por m2 en un día), embravecimiento del mar y tormentas eléctricas.
-Los tsunamis han causado a lo largo de los años, numerosos desastres en comunidades costeras.
5.2. ¿Qué procesos naturales las originan?
1.- Desastres generados por procesos dinámicos en el interior de la tierra.
2.- Desastres generados por procesos dinámicos en la superficie de la tierra.
3.- Desastres generados por fenómenos meteorológicos o hidrológicos.
4.- Desastres de origen biológico.
5.3. ¿Cómo se distribuyen geográficamente y por qué lo hacen así?
Casi todos los volcanes del mundo están distribuidos en los limites de subducción, dorsales oceánicas o en arcos islas. La actividad volcánica y sísmica se desarrolla con gran intensidad en zonas de expansión o extensión de la corteza (dorsales oceánicas: rift oceánico; y rift continental); en las zonas de comprensión o colisión (zonas de subducción) donde se forman las cadenas de montañas recientes; en las fosas oceánicas de los arcos isla; en las cuencas oceánicas (fallas transformantes y puntos calientes) y en las zonas continentales estables.
Los huracanes se forman en muchas regiones oceánicas del mundo. Así como existe la Cuenca del Atlántico existen otras 6 cuencas o áreas en las que se forman ciclones tropicales.Sin embargo el nombre que reciben estos fenómenos atmosféricos depende de la región del mundo en que se formen.
5.4. ¿Pueden predecirse?
Los volcanes si se pueden predecir con ayuda de sensores de temperatura, sismógrafos y muestras de distintos materiales de los cráteres, como rocas, agua y gases fumarólicos, los especialistas elaboran un detalle del comportamiento particular de cada volcán.
Los huracanes son difíciles de prever con un mes de antelación, aproximadamente se preveen diez dias antes. Mediante el uso de radares, satelites, estaciones de radiosondeo y observatorios del Servicio Meteorolgico Nacional, se monitorea la llegada de los huracanes.
En cuanto a los terremotos, por el momento, los pronosticadores no tienen una forma directa de observar estas tensiones o de detectar cuando alcanzarán niveles críticos.Esto, sin embargo, puede estar cambiando. Las tecnologías con base en satélites que están siendo desarrolladas en la NASA y otros lugares, podrían ser capaces de detectar señales de un terremoto inminente días o semanas antes de ocurra, dando al público y a los servicios de prevención de emergencias tiempo para prepararse.
5.5. ¿Pueden prevenirse?
Los volcanes se pueden prevenir. Algunos fenómenos de los volcanes como la actividad sísmica, la deformación del suelo, las emanaciones de gas o actividad fumarólica y la composición química del agua y los vapores que salen de las fumarolas, ayudan a los científicos a saber cuando se empieza a activar un volcán. Si se logran entender estos cambies, se puede tratar de saber las posibilidades de que ocurra una erupción volcánica. De todas maneras, es casi imposible predecir el día, la hora, lugar y tamaño de una erupción.
El problema de los huracanes es que no se puede hacer pronósticos de estos fenómenos naturales a largo plazo, es decir, hasta que el meteoro está formado se pueden proyectar diversos escenarios de los trayectos y la fuerza que traerán.No se pueden prevenir, pero si minimizar sus daños.Los organismos de emergencia de varios países, han desarrollado una serie de guías que facilitan la preparación para la llegada de un huracán, y es muy importante conocer la que esté dirigida específicamente a su comunidad. El gobierno local, la defensa civil y los organismos de socorro la pueden proporcionar.
Pensar qué se necesita y qué se debe hacer antes y después del huracán.
Detenerse a pensar en los posibles peligros y protejerse contra ellos antes de que la tormenta llegue.
La unica manera de detener casi por completo la actividad sísmica sería suspender los procesos convectivos del interior de la Tierra, impidiendo el movimiento relativo de las placas listosféricas. Sólo se producirían entonces los sismos pequeños causados por el peso de las montañas y los derrumbes en minas y cavernas, que no generan ondas sísmicas de peligro.Una manera de evitar los grandes terremotos podría ser "disparar" periódicamente sismos pequeños o intermedios en las fallas accesibles.Desgraciadamente todos los métodos propuestos tienen muchas desventajas y, sobre todo, más incertidumbre que ventajas. Además de ser en su mayoría incosteables, se necesitaría conocer, en todo momento y a todo lo largo de las fallas en cuestión, su estado de esfuerzo.
5.6. ¿Hay actuaciones humanas que influyen?
A partir de la década de los noventa se reconoce que, en la mayoría de los casos, los desastres son predecibles y, por tanto, no tan naturales porque el hombre es también potenciador de desastres. Es verdad que se producen por la incidencia de fenómenos de la propia naturaleza como lluvias intensas, deslizamientos de tierras, terremotos, tsunamis o huracanes. Sin embargo, con frecuencia, la mano humana está en el origen de estas catástrofes.
Por ejemplo, las inundaciones más severas están potenciadas por la deforestación. Una parte cada vez mayor del riesgo se debe a decisiones inadecuadas en la gestión del desarrollo.
Además el ser humano contamina el planeta y la contaminación, a su vez, provoca un calentamiento de la Tierra que hace que el planeta se descontrole y, por esto, los desastres ocurran con mayor frecuencia. La intervención humana también puede originar amenazas naturales donde no existían antes. Los volcanes erupcionan periódicamente, pero hasta que los suelos ricos formados por su deyección no son poblados por el ser humano, no se los considera peligrosos. Finalmente, la intervención humana reduce los efectos mitigantes de los ecosistemas naturales.
5.7. ¿Cómo reducir los efectos catastróficos de los procesos naturales?
El primer paso en la reducción de Desastres Naturales es conocer los riesgos y sus impactos en todos los ámbitos sociales y ambientales, teniendo en cuenta la vulnerabilidad y controlando los factores de riesgo. La evaluación exhaustiva de los riesgos y la integración de la misma en los planes de desarrollo es crucial.
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